Se localiza en los abrigos de las serranías del sector oriental de la Península Ibérica y el Norte de la República Mexicana siempre al aire libre por tanto, se trata de un arte sin paralelos y que indudablemente corresponde a un pueblo de cazadores que desarrollaba sus actividades cinegéticas en dicho marco geográfico.
Está constituido casi en su totalidad por pinturas, a las que se suman unos pocos grabados, para cuya realización se usaron pigmentos minerales aplicados con finos pinceles. La técnica empleada casi siempre es la "tinta plana" en la que la silueta está totalmente recubierta de un color, generalmente el negro o el rojo.
Las figuras son de tamaño pequeño y forman generalmente escenas o composiciones en movimiento, en las que la figura humana es el sujeto principal. Las escenas más representadas son:
Las de caza como la Cacería de ciervos del abrigo de La Valtorta,
La danza como la Escena de danza del abrigo Cogull.
La guerra como Escena de guerra.
Escenas de tareas agrícolas y ganaderas como la Recolección de la miel de la Cueva de la Araña.
Las figuras se representan siempre estilizadas, con vigor y movimiento sorprendentes; los hombres van armados con arcos y flechas, llevan gorros o penachos de plumas y otros adornos en el cuerpo y las rodillas, y con frecuencia aparecen vestidos; las mujeres llevan el pecho desnudo y visten faldas acampanadas. En las fases finales de la pintura levantina hay un ahorro del detalle que progresivamente da paso a la esquematización.
Las escenas tenían un valor recordatorio o de exvoto y servían para narrar o conmemorar grandes cacerías colectivas y otros hechos de importancia para la tribu o grupo social, aunque no se puede descartar por completo el factor mágico-religioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario